hogar, dulce hogar...


A los 7 años mi hija Marta construyó este hogar. No eran los mejores momentos en su corta vida, la separación de sus padres
y todo lo que ello conlleva tal vez influyeron a la hora de concebirlo. Es realmente formidable... todavía me conmueve tantos
años después. Un hogar hecho (o rehecho) demostrandoa gran fortaleza.  El calor de la chimenea, habilmente instalada, con su salida de humos, 
el precioso cuadrito... las ansias de algo hermoso, de una vida "normal", solo propias de una mujer que no se deja doblegar jamás.
Es dificil decir más de uno mismo con un trozo de cartón.



Este pez también fue creado en aquella época. Fauna marina de derribo.



A los 5 años mi hijo Pablo, durante la misma época en la que Marta hizo su fantástico hogar, se marcó esta estructura.
Una especie de garaje, en un submundo peligroso, tal vez bajo una autopista.
El lugar es público y frío, el sitio preferido para un combate nocturno.
El diseño es sencillamente rotundo...



Y que mejor amigo para la batalla final por la supervivencia que esta mortífera arma.
Oculto tras la columna esperaba a sus feroces enemigos.
Tampoco está nada mal...



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